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Recorrimos los 330 kil贸metros entre y en poco m谩s de tres horas. En el camino 铆bamos coordinando temas del viaje con los colegas en Londres y pensando nuevas ideas para lo que vamos a hacer m谩s adelante.
Sabemos que hay gente que habla espa帽ol en Tallahassee. Muchos de los funcionarios que trabajan en las oficinas de gobierno lo hablan, como lo hablan tambi茅n los representantes del condado Miami-Dade en el Congreso del estado.
Hablan en nuestro idioma los miles de centroamericanos y mexicanos que trabajan en la agricultura de esta zona. Suponemos que los due帽os de las decenas de 鈥渕exican grills鈥 que hay en la ciudad, tambi茅n.
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cree que actu贸 de mala fe y los italianos est谩n convencidos de que ingleses y alemanes forman una mafia en contra de sus intereses; los ingleses, por su parte, creen que los italianos est谩n exaltados y que ven sombras y conspiraciones en todas partes.
En esto de la corrupci贸n deportiva cuesta mucho tirar la primera piedra, porque a todos nos puede caer en la cabeza. Pero hay piedras m谩s certeras que otras.
A simple vista, el esc谩ndalo m谩s grave en la historia del automovilismo deportivo, el 鈥渆spionaje鈥 del que fue v铆ctima Ferrari, se est谩 cerrando en una forma que parece una burla a la justicia natural.
El reconoci贸, el jueves pasado, que McLaren/Mercedes ten铆a documentaci贸n confidencial de Ferrari, pero se abstuvo de castigar al equipo ingl茅s, con el argumento de que no estaba probado el uso de esa informaci贸n en su propio beneficio.
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Hoy, todav铆a en San Agust铆n, fuimos a visitar la misi贸n . Este lugar es muy importante para nosotros porque fue donde el 鈥渁delantado鈥 Pedro Men茅ndez de Avil茅s fund贸 la ciudad en 1565.
All铆 quisimos establecer tambi茅n el punto de partida para nuestro viaje, porque sentimos que fue donde naci贸 la historia del espa帽ol y de la influencia espa帽ola en lo que hoy se llama 鈥揺n espa帽ol- Estados Unidos de Am茅rica.
En nuestro recorrido descubrimos que hay espa帽oles que llegaron con Don Pedro y se quedaron para siempre y que, transcurridos casi 450 a帽os, todav铆a hay gente que sale de Espa帽a y cruza el Atl谩ntico para quedarse a vivir aqu铆.
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Hoy comenz贸 nuestro . Llegamos a San Agust铆n.
Por retrasos con el avi贸n, en el alquiler de la camioneta y por una maleta que no lleg贸, apenas nos registramos en el hotel tuvimos que salir para el Caf茅 Spain, donde nos esperaba Mar铆a D鈥檃damo, editora del semanario Eco Latino, que circula en todo el norte de la Florida.
Reclamando la maleta, una se帽ora costarricense que opera una empresa de limpieza en el aeropuerto nos sirvi贸 de int茅rprete. Cuando fuimos a retirar la camioneta, nos la entreg贸 un se帽or ecuatoriano acompa帽ado de dos se帽oras cubanas. Desde que nos bajamos del avi贸n conversamos con seis personas, de las cuales cuatro hablaban espa帽ol
En el camino sintonizamos una emisora FM de Jacksonville en la que la tienda 鈥淢i tierra mexicana鈥 anunciaba sus productos. Despu茅s alguien cantaba que 鈥渆n el amor todos tenemos una historia鈥 y m谩s adelante un hombre dec铆a 鈥渁s铆 gordito me quieren鈥 a ritmo de guaracha.
En el Caf茅 Spain, que era un caf茅 sino un restaurant, conocimos al due帽o, Miguel L贸pez, un madrile帽o que ha vivido durante m谩s de 16 a帽os en San Agust铆n. Miguel, que usa a sus hijas de traductoras, ha manejado su negocio con 茅xito a pesar de que domina poco el ingl茅s.
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鈥淪i existe alguna posibilidad de que algo salga mal, saldr谩 mal鈥 y 鈥渟i existe la posibilidad de que varias cosas salgan mal, la que va a ocurrir es la m谩s perjudicial鈥. Est谩s son, quiz谩, las premisas m谩s conocidas de las manoseadas leyes de Murphy.
Todav铆a no est谩 muy claro de d贸nde salieron esas leyes, ni qui茅n fue el Murphy que les dio nombre, pero lo cierto es que por lo menos las dos enunciadas en el p谩rrafo anterior se cumplieron cabalmente en nuestro 煤ltimo d铆a de preparativos.
Un d铆a que comenz贸 a para mi a las cinco de la ma帽ana con una llamada desde Londres: el contacto que hab铆amos planificado para hablar de nuestro a las 6:45 con nuestra revista informativa de la ma帽ana, , tendr铆a que ser a las 6:30. As铆 es la radio, qu茅 se le va a hacer.
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La experiencia aconseja que, al menos en el Derecho, es mejor tener un mal arreglo que un buen pleito, y quiz谩 es lo que buscaban los legisladores de Colombia cuando aprobaron la Ley de Justicia y Paz.
Despu茅s de todo, al menos parte del pa铆s sigue siendo reh茅n de grupos armados que en nombre de la ideolog铆a o en nombre de lo que sea llevan d茅cadas cometiendo delitos mayores y menores sin posibilidad real de castigo.
Pero la paz no lo justifica todo.
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Ya estamos en los preparativos finales de la gira . Que, como siempre, suelen ser muchos m谩s que los que hab铆amos previsto inicialmente. Lo bueno es que el momento de partir ya se acerca y tenemos que irnos, aunque se nos hayan quedado cosas sin hacer.
En este momento, me doy cuenta de que preparando nuestro viaje y respondiendo 鈥損or escrito y por tel茅fono- las invitaciones que nos han hecho, ya hemos logrado hablar en espa帽ol con gente de los ocho estados que pensamos recorrer.
No s茅 con cu谩ntas personas he hablado, pero en cada una de las ciudades que pensamos visitar me he encontrado una voz amable interesada en nuestro proyecto y dispuesta a ayudar.
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驴Qu茅 hacer con el ciclismo? 驴 e irse a casa? 驴Prohibir a los ciclistas la participaci贸n en los Juegos Ol铆mpicos? 驴Legalizar el dopaje? 驴O creer que, pese a todo, a煤n es posible deporte y ciclismo en el mismo organismo, pobre cuerpecito dolorido y maltratado de v铆ctima y victimario al mismo tiempo?
Esta es la pregunta que muchos se hacen, a帽o tras a帽o en este mes maldito y glorioso al mismo tiempo, que siempre nos da ejemplos de h茅roes y bandidos, y de c贸mo los h茅roes se convierten en bandidos en cuesti贸n de horas.
Por un lado est谩n los que prefieren bajar los brazos y burlarse, imaginando una informaci贸n period铆stica de este tipo: 鈥淣ing煤n ciclista dio positivo por dopaje en la etapa de ayer; las autoridades han ordenado nuevas muestras de orina y sangre, para despejar las sospechas de que la corrupci贸n tambi茅n ha llegado a los encargados de detectar la corrupci贸n鈥.
Por el otro est谩n los que e insisten en defender a un deporte maravilloso, al alcance de todos los sectores sociales (como pocos en el mundo moderno), capaz de dar un espect谩culo incomparable, al aire libre, con participaci贸n popular, a lo largo y ancho de pa铆ses enteros.
驴De qu茅 persuasi贸n es usted, estimado lector?
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Lizette es la muchacha de la foto. Yo no la conozco. Lo 煤nico que s茅 de ella es que es una mujer bonita, de origen latinoamericano, que trabaja para Equity Media Holdings Corp., en Little Rock, Arkansas. Tambi茅n deduzco, por la foto, que es la encargada de hacer el reporte del tiempo. Es decir, del clima.
A pesar de que el nombre de la empresa para la que trabaja Lizette est谩 conformado por cuatro palabras en ingl茅s, la compa帽铆a dedica buena parte de sus recursos y obtiene buena parte de sus ganancias de hacer noticias de televisi贸n en espa帽ol para distribuirlas en decenas de canales de todo Estados Unidos.
La venta de contenidos en espa帽ol dentro de Estados Unidos es una de las actividades que m谩s crece en los 煤ltimos tiempos. En algunas ciudades como San Francisco o Los 脕ngeles, los canales de televisi贸n en espa帽ol tienen m谩s audiencia que las principales cadenas en ingl茅s.
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Hola, soy Jos茅 Baig, corresponsal de asuntos hispanos de 成人快手 Mundo, y el s谩bado 28 de julio voy a empezar el proyecto que m谩s me ha apasionado en mi carrera. Junto a mi colega Carlos Ceresole (a la derecha en la foto) vamos a ocho estados de Estados Unidos para ir a conversar con la gente que habla espa帽ol en este pa铆s. Los temas que queremos abordar son tan variados y de tan distintos tonos como la gente que habla nuestra lengua.
es el nombre que le pusimos al proyecto y es la pregunta que nos hemos propuesto a hacerle a todas las personas que nos encontremos en el camino. De hecho, desde que comenzamos a trabajar en esto, es la pregunta que le hago a todas las personas a las que he llamado por tel茅fono para preparar la producci贸n.
Sin embargo ayer -martes 24- no se lo pregunt茅 a una especialista en inmigraci贸n de Tallahassee, capital del estado de Florida. Fue muy 煤til y se interes贸 mucho en nuestro proyecto. De hecho, me dio varias ideas muy interesantes. El asunto es que transcurridos 15 minutos de conversaci贸n descubr铆 que mi interlocutora habla espa帽ol. Por no preguntar, dej茅 de disfrutar un cuarto de hora de su agradable acento lime帽o.
Eso me record贸 el prop贸sito, el sentido de este viaje. Vamos a tratar de hablar espa帽ol con todos los que podamos que, seg煤n me va pareciendo, son muchos m谩s que lo que nos quieren hacer creer.
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Un fin de semana muy instructivo, con m煤ltiples ejemplos de c贸mo se debe y tambi茅n no se debe reaccionar ante la adversidad.
Los casos m谩s notables fueron de dos deportistas espa帽oles de primera fila.
demostr贸 por qu茅 es campe贸n, con una demoledora arremetida en el tramo final del Gran Premio de F1 de Europa, mientras que demostr贸 por qu茅 no ha ganado todav铆a un major de golf, con un cierre decepcionante en el Abierto Brit谩nico, que debi贸 ser suyo.
Ambos son deportistas excepcionales, con aptitudes semejantes para deportes muy diferentes, pero hay una diferencia importante: sus respectivas reacciones ante el 鈥渁hogo鈥 en el momento decisivo, cuando el coraz贸n y el reloj se aceleran y marchan en direcci贸n contraria al cerebro.
Hace unos meses dec铆amos que Fernando Alonso daba una impresi贸n de tipo duro: 鈥渢iene mentalidad de pistolero, de esos que llegan al pueblo al anochecer, bajo un aguacero, y en la segunda escena ya han matado a un extra y est谩n acodados al mostrador, tomando whisky en un vaso enano.鈥
Ayer, bajo otro aguacero, Alonso esper贸 hasta la 煤ltima escena para liquidar a su rival brasile帽o, Felipe Massa, cuando 茅ste ya cre铆a suyo el Gran Premio.
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Fuera o no fuera uno lector de esta historia de j贸venes magos, brujos malvados y hechizos varios, era un programa interesante salir a caminar por las calles de Londres durante la noche del 20 de julio.
Faltando dos horas para la medianoche, la ciudad todav铆a ten铆a algo de luz del verano boreal. El d铆a en general hab铆a sido horrible, nublado con lluvias por la ma帽ana y un sol t铆mido por la tarde, que no pudo borrar el recuerdo de un comienzo tan poco prometedor.
Pero ese viernes era la noche lo que importaba, o mejor dicho, la llegada del nuevo d铆a, esperado no en pubs o discos, como corresponde a la v铆spera de un fin de semana, sino en el lugar m谩s absurdo para hacer cola en la oscuridad y el viento: una librer铆a.
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Es verdad. No hay que olvidar que el esc谩ndalo diplom谩tico entre Londres y Mosc煤 naci贸 de un caso polic铆aco.
Pero las tensiones entre Rusia y el Reino Unido no se deben al asesinato de Alexander Litvinenko sino a una suma de detalles anteriores al d铆a en que alguien puso Polonio 210 en el t茅 del ex agente de la KGB.
Y pese a lo que dice la prensa, sobre todo la prensa brit谩nica y en especial los tabloides, no hay guerra ni es fr铆a.
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Hay deportes que tienen credibilidad y otros en los que casi nadie cree, aunque sean muy populares.
En pol铆tica, ya sabemos, la credibilidad de las personas no guarda una relaci贸n directa con su integridad. Muchos bandidos son muy populares, mientras que gente de conducta intachable fracasa en las urnas.
El positivo por testosterona del alem谩n Sinkewitz, del equipo T-Mobile (en un control del 8 de junio), ha desencadenado la decisi贸n de dos cadenas de la televisi贸n alemana de suspender la transmisi贸n del
Esta reacci贸n es vista por algunos como desproporcionada, mientras que otros creen que medidas como 茅sta son las que realmente pondr谩n fin a la corrupci贸n en un deporte que se sostiene a trav茅s de la publicidad de sus patrocinadores en la televisi贸n.
En realidad, lo de Sinkewitz es un escandalito de poca monta; el verdadero esc谩ndalo, el gordo, es el que afecta a , pero este deporte goza de tanta credibilidad, en comparaci贸n con el ciclismo, que mucha gente le resta importancia.
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Es un s铆mbolo de Londres, pero no es el Big Ben. Posee corona, pero no es la reina. Su techo tiene forma de c煤pula, pero no es la catedral de Saint Pauls y est谩 plagado de fotos de prostitutas, pero no es un cabaret del Soho.
Atrae a miles de turistas que se toman fotograf铆as en su interior, pero no es el Museo de Cera de Madame Tussaud. Tampoco es Shakespeare, ni Churchill ni los Beatles, pero se ha convertido en un cl谩sico brit谩nico imposible de imitar para sus sucesores.
La respuesta a esta adivinanza es "K6". No, no es un nuevo esp铆a de su majestad con licencia para matar. Es la cabina telef贸nica m谩s famosa del mundo que sufre una muerte lenta a manos de tel茅fonos celulares, v谩ndalos y repartidores de pornograf铆a callejera.
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Vimos en un bar de Majadahonda, en Madrid. Televisor vetusto, sin sonido, mala imagen, con la 煤nica compensaci贸n del ingenio y buen humor del encargado, un argentino del interior que ante el resultado se encogi贸 de hombros y lanz贸, a modo de consuelo: 鈥淓stamos sanos, 驴no? Todo bien, entonces. A casita y a so帽ar con los angelitos.鈥
El problema es que los argentinos, en f煤tbol, no pueden irse a casita a so帽ar con los angelitos despu茅s de perder 3 a 0 ante Brasil. Ahora est谩n con los ojos bien abiertos, pensando en lo ocurrido, sufriendo por partida triple: por haber perdido, porque el vencedor ha sido Brasil y porque esta vez Brasil gan贸 como sol铆a ganar Argentina, con m谩s garra que jogo bonito.
Perder ante cualquier equipo es malo, pero perder ante el rival cl谩sico es terrible. El balance de las emociones, en f煤tbol, tiene un aliento hist贸rico.
Argentina puede perder con Nepal, por ejemplo, y ya es malo, pero ante Brasil es peor, porque importa en todos los niveles. Ya no es solo f煤tbol.
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Me di cuenta un mediod铆a en el tren. Ese jueves fue un buen ejemplo de calor pegajoso impropio de este mes. Yo le铆a un ensayo sobre la fuerza de al-Qaeda, que podr铆a ser mayor de lo que uno imagina, y llegu茅 a la estaci贸n de Forest Hill y a la p谩gina cuarenta y uno de la revista.
Lo que dec铆a no es algo que se diga con frecuencia en los medios, al menos en medios cuya misi贸n es promover el entendimiento de la pol铆tica exterior en general y en particular el papel de Estados Unidos en el mundo.
Fidel Castro y Hugo Ch谩vez tienen raz贸n.
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. El hombre del momento es Messi. Y no s贸lo por , que ya es mucho, sino por lo que puede llegar a ser.
Ronaldinho, Kak谩, Riquelme, Rooney, Robinho, Cristiano Ronaldo, T茅vez, los otros grandes no mejorar谩n mucho, est谩n en su plenitud. Messi es el 煤nico jugador en actividad que ya es grande y al mismo tiempo da la impresi贸n de que ser谩 mucho m谩s.
Caramba, si todos, hasta curtidos comentaristas ingleses, normalmente c铆nicos cuando de argentinos se trata, se tirar铆an de la tribuna como la para saludarlo.
Lo vimos en el estadio Emirates, en Londres, hace unos meses, cuando Brasil le gan贸 un amistoso a la Argentina: los jugadores brasile帽os buscaban a Messi para saludarlo, para conocerlo. Y en la transmisi贸n del partido Argentina 3-0 M茅xico, el comentarista ingl茅s de Sky dec铆a: 鈥渘os pone una sonrisa en la cara a todos, p煤blico, periodistas, los otros jugadores鈥.
驴Cu谩l es el secreto de la magia de Lionel Messi?
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Como en toda ciudad que uno habita, yo tengo en Londres mis propias coordenadas, conformadas por casas de amigos, parques preferidos, pubs m谩s visitados y tiendas donde pasearse y curiosear.
De a poco me estoy reencontrando con esas latitudes y longitudes. Ya visit茅 la casa de pipas de Covent Garden y el caf茅 de Crouch End. A煤n me falta volver por la librer铆a de Picadilly Circus y la iglesia de Saint Martin in the Fields de la plaza de Trafalgar.
Este fin de semana regres茅 al negocio de globos terr谩queos y gu铆as de viajes de Leicester Square y recuper茅 la alegr铆a de estar rodeado por rutas, caminos y direcciones de todo el mundo. En esos pasillos no s贸lo se aprende Geograf铆a, sino que se revela el secreto de nuestros mapas personales.
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Este ha sido un fin de semana muy intenso para los aficionados, en particular los de poltrona y almohad贸n: en Venezuela, , , en Inglaterra, en Canad谩.
隆Qu茅 fest铆n! Como uno de aquellos banquetes chinos con centenares de platillos, entre ellos el nido con p谩jaro, plumas, inmundicias y todo.
(Aunque la 煤nica inmundicia ha sido el esc谩ndalo del espionaje en la F1.)
El televisor humeaba esta madrugada, cuando lo apagu茅, tras ver las goleadas de M茅xico a Paraguay y Argentina a Per煤. Y antes me hab铆a tragado primero la carrera que gan贸 Raikkonen y luego la apoteosis de Federer, con saltos frecuentes a la primera etapa del Tour.
Todo eso el domingo, sin contar las peripecias del s谩bado. Y, para felicidad de los aficionados en Inglaterra, 隆no llovi贸! O apenas.
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Hace dos a帽os caminamos en silencio, en silencio cruzamos el puente de Waterloo con una multitud que no hac铆a ruido, y en silencio nos subimos al primer autob煤s que pas贸 hacia el sureste de Londres.
Todos pensamos, antes o despu茅s, en los muertos y los heridos. Gente como uno que se sube al autob煤s, toma al metro o el tren, y si puede camina, y que esa ma帽ana de julio muri贸 o qued贸 herida porque estaba ah铆 y las bombas estallaron.
Esta vez la reacci贸n fue diferente por muchas razones. Me interesan tres: porque no hubo v铆ctimas, porque los extremistas fueron torpes y porque hay un nuevo gobierno.
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El otro d铆a qued茅 mal con mi hijo ante sus amigos. Me hab铆an preguntado cu谩l era la camiseta del seleccionado de . 驴Azul, roja, blanca, a rayitas, banda cruzada, estrellitas? Pens茅 en todas las combinaciones y me di por vencido. 鈥淰eremos en Internet鈥, dije.
Pero ni as铆. Lo cierto es que nadie, ni siquiera los estadounidenses m谩s fan谩ticos, tienen la menor idea de cu谩l es la camiseta de su pa铆s.
La raz贸n es simple: esa camiseta no existe, o mejor dicho, existen tantas que ninguna vale como 鈥渃amiseta nacional鈥. Los dise帽adores ofrecen una nueva para cada torneo, que por supuesto no cuaja, ya que apenas es una combinaci贸n arbitraria, sin conexi贸n con el alma de los aficionados.
Memo para los dirigentes de EE.UU: sin camiseta, no habr谩 f煤tbol nacional.
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Este s谩bado se cumple el segundo aniversario de los atentados ocurridos el jueves 7 de julio de 2005 en la capital brit谩nica.
Los que estuvimos esa ma帽ana en Londres guardamos muchas im谩genes de ese d铆a y de los que siguieron. Yo no puedo olvidar una escena que tuvo lugar durante dos minutos, entre las 12:00 y 12:02 del jueves 14 de julio.
No tengo conmigo esa imagen para compartirla con ustedes. Su fuerza vale -como dice el dicho- m谩s que mil palabras. S贸lo puedo intentar, con mil palabras y una foto tomada mucho despu茅s, describir esos 120 segundos donde millones de personas se volvieron estatuas.
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En Inglaterra , claro. La historia no presenta otros ejemplos de un piloto que haya debutado en la F贸rmula 1 con tantos podios y tantas posibilidades de en su primer a帽o en la categor铆a*.
Hamilton llegar谩 a la , convertido en el gran h茅roe deportivo que ans铆a el p煤blico brit谩nico. Pero la propaganda (alimentada por publicistas y periodistas blancos) tambi茅n lo presenta como el abanderado de su raza en un deporte 鈥渂lanco鈥, de modo que a todos nos vendr铆a muy bien saber qu茅 piensan los negros sobre su nuevo campe贸n.
Esto viene a cuento porque se dice que Hamilton puede ser para el automovilismo lo que Mohamad Ali fue para el boxeo, Tiger Woods para el golf y Arthur Ashe para el tenis.
Esta comparaci贸n suena superficial, porque es bien sabido que la comunidad negra suele desconfiar de los negros que son muy populares entre los blancos. Y muchas veces los repudia, como es .
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