驴Qu茅 le pasa a Mario Balotelli?
脡sta es la pregunta que se hacen los hinchas del Internazionale de Mil谩n y del seleccionado italiano.
驴Qu茅 le pasa a Alexandre Pato?
脡sta es la pregunta que se hacen los hinchas del AC Milan y del seleccionado brasile帽o.
Algo, no se sabe qu茅, anda mal en las piernas del brasile帽o. Y algo, no se sabe qu茅, anda mal en la cabeza del italiano.
La semana pasada hablamos de dos j贸venes futbolistas, Messi y CR9, que triunfan en Barcelona y Madrid, a fuerza de talento y voluntad.
Hoy nos ocupamos de dos j贸venes que corren el riesgo de fracasar en sus clubes de Mil谩n, por debilidad f铆sica en un caso y fragilidad ps铆quica en el otro.
Hasta hace muy poco todos coincid铆an en que estos chicos (Pato tiene 20 a帽os, Balotelli 19) eran las grandes esperanzas de sus respectivos clubes y seleccionados nacionales.
Ahora muchos est谩n revisando estas opiniones.
En el caso de Pato, se trata de varias reca铆das de lesiones musculares, que tienen desconcertados a los m茅dicos.
"No s茅 qu茅 le pasa, es un misterio", dice Leonardo, el entrenador del Milan. Y Galliani, lugarteniente de Berlusconi, desliza que "tal vez se trate de un problema psicol贸gico, de su edad".
Es que, tras recuperarse, Pato entrena sin inconvenientes, exigi茅ndose, pero tiende a resentirse de su lesi贸n despu茅s de un lapso relativamente breve de esfuerzo competitivo.
Si nos llega este tipo de informaci贸n, con frases de doble sentido y alusiones a "problemas psicol贸gicos", nos est谩n invitando a suponer que en el AC Mil谩n se est谩 incubando una intriga de desenlace imprevisible.
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Ha llegado el momento de la elecci贸n. Hasta los m谩s t铆midos se est谩n pronunciando.
驴Usted qu茅 prefiere? 驴El genio de Messi o el genio de Cristiano Ronaldo?
CR9 nos ha gustado siempre. Cuando todos festejaban a Kak谩, entre 2007 y 2008, ya dec铆amos que el portugu茅s era mucho mejor que el brasile帽o.
Y Messi nos gusta desde su aparici贸n en primera divisi贸n.
En 2005 salud谩bamos a , esa extra帽a categor铆a de gran futbolista que s贸lo admite cuatro o cinco nombres en su n贸mina, entre ellos los de Pel茅 y Maradona.
La irrupci贸n de este tipo de futbolista es reconocible, entre otras cosas, por el efecto que provoca en los otros jugadores profesionales.
Ayer, viendo la abrumadora exhibici贸n de Messi ante el Zaragoza, la variedad de sus regates, la belleza de sus maniobras, la implacabilidad de sus remates, se nos dio por repasar la reacci贸n de sus compa帽eros y adversarios en los 煤ltimos d铆as.
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Los temas ruedan sobre la mesa de deportes como las bolas de snooker tras el primer impacto: tantas, en tantas direcciones, que cuesta seguirlas.
En el alboroto distinguimos el comienzo de la F1, la lesi贸n de David Beckham, la crisis del Liverpool, la eliminaci贸n del Real Madrid del 煤nico torneo que realmente le importa a su presi, los hat-tricks de Messi e Higua铆n, la vigencia de Rooney, el retorno de Mourinho a Chelsea...
Son muchos temas, pero el lector apremiado puede acudir al que le interese, gui谩ndose por los subt铆tulos. Comenzamos con...
La F贸rmula 1
Vemos, como un rel谩mpago en la noche, la bola roja de Ferrari, que con Fernando Alonso y Felipe Massa logr贸 un 1-2 en el Grand Prix de Bahr茅in, el primero de la temporada de F贸rmula 1.
Ya lo suger铆a nuestro colega Jos茅 Miguel Pinochet en otro espacio de este sitio: atentos con Alonso, por el equilibrio entre sus dotes de conductor y la calidad de dise帽o y rendimiento que puede ofrecer un equipo poderoso.
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"Viejos flatulentos", suelen decir los ingleses ante la decisi贸n (o indecisi贸n) de un grupo de... bueno, viejos, con autoridad y poco juicio.
En realidad, la expresi贸n original es "old farts", es decir... cuescos viejos, algo que hace pensar en el t铆tulo de un bolero o un tango.
Muchos comentaristas y protagonistas del 蹿煤迟产辞濒 profesional piensan en estos t茅rminos sobre los integrantes de la Junta Internacional de la Fifa, que acaba de rechazar de plano el uso de recursos t茅cnicos para resolver dudas en la l铆nea de gol y por extensi贸n el aprovechamiento de im谩genes de televisi贸n para corregir errores de arbitraje en 茅stas y otras jugadas.
La Junta Internacional, que resuelve las cuestiones m谩s 铆ntimas del reglamento, c贸mo se juega el juego, est谩 integrada por ocho personas, cuatro representantes de la Fifa y uno por cada una de las asociaciones del Reino Unido, o sea Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte.
Cada resoluci贸n de esta Junta debe ser aprobada por seis votos, de modo que se necesita una unanimidad rara en grupos de... viejos flatulentos.
Conviene aclarar que esta perla del ingenio popular no se refiere a la intimidad digestiva de la junta, sino a la laboriosa, secreta y al cabo infructuosa gestaci贸n de los cambios que requiere el juego.
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Los devaneos de John Terry pueden costarles al Chelsea el t铆tulo de la liga inglesa y al seleccionado ingl茅s la oportunidad de recuperar el t铆tulo mundial de 蹿煤迟产辞濒, que gan贸 como local en 1966 y perdi贸 en M茅xico/70.
De repente, el l铆der natural, la roca sobre la cual Abramovich y Capello edificaron sus iglesias, no es ni l铆der ni roca, sino un peligro adicional para la porter铆a propia.
Terry ha perdido jerarqu铆a, seguridad, serenidad, velocidad, precisi贸n.
El s谩bado, fue una sombra del zaguero intratable que conoc铆amos, coraza y coraz贸n del Chelsea: tanto T茅vez como Bellamy lo zarandearon de lo lindo en la victoria del Manchester City, 4-2, en Stamford Bridge.
Esta fue la tercera derrota del club en seis partidos desde que Capello destituyera a Terry de la capitan铆a del seleccionado, como consecuencia de las aventuras requeteconocidas por todos alrededor del mundo.
El Manchester United, que tampoco funciona con todos sus cilindros, s贸lo est谩 a un punto en la tabla de posiciones, y todos hablan del rendimiento excepcional de Wayne Rooney, mientras que en Londres s贸lo mencionan el rendimiento decepcionante del zaguero del Chelsea.
Y en el plano internacional, el equipo que en las apuestas para Sud谩frica 2010 era tercero o cuarto entre los favoritos, luce ahora bastante d茅bil.
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