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  El humor, Miguel Molina
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  Periodismo y drogas
 
El humor, Miguel Molina

El humor siempre ha disfrutado de una licencia especial, pues se nutre de lo inesperado y del infortunio.

A煤n as铆, no se debe usar de forma inconsciente, gratuita o innecesariamente cruel, ni concebirse espec铆ficamente para herir o humillar a una persona o grupo.

Los chistes sobre tragedias reales pueden ser extremadamente dolorosos para las personas vinculadas al hecho y ofender a grandes sectores del p煤blico.

La 成人快手 recomienda a sus periodistas y productores tratar con sensibilidad el humor basado en elementos de raza, religi贸n, edad, discapacidad o g茅nero sexual.

En general, la comedia se extralimita si conlleva un elemento de superioridad o prejuicio. El poder de las palabras puede herir a las personas mucho m谩s de lo que a veces nos damos cuenta.


El humor - Miguel Molina, Secci贸n Latinoamericana de la 成人快手

Ay, ya no escribes chistoso, me dijo un d铆a mi mam谩.

Me puso a pensar, porque despu茅s de todo ha le铆do mis columnas durante treinta a帽os y eso le da cuando menos derecho de lectora.

Rele铆 algunas de las cosas que hab铆a escrito recientemente y me di cuenta de que eran reflexiones sobre cosas serias que ten铆an que ver con la vida y la muerte de personas, algo de lo que nadie se puede re铆r ni debe hacerlo.

Pero el humor es irreverente e irrespetuoso por principio, y por eso no se pueden escribir textos chistosos por encargo.

Algo, alguien, se presta a la irreverencia o la falta de respeto o no se presta. Los pol铆ticos siempre se prestan. Otras personas no tanto.

La correcci贸n de lo incorrecto

El problema de la irreverencia y la falta de respeto es que se trata de un terreno pedregoso, porque lo que en un pa铆s es chistoso es anatema en otro, lo que es chistoso para una persona es muy ofensivo para otra, y lo que es chistoso en la oficina no es divertido en ninguna otra parte, como los chistes 茅tnicos, sexuales, de abogados, de gallegos, de muchachas de Essex, de cachacos, de cibae帽os, de lo que sea pol铆ticamente incorrecto.

Al final uno aprende que s贸lo hay una manera de contar una historia, y es contarla como es, como necesita ser contada, sin concesiones, y al que le guste que se r铆a, aunque s贸lo sea la mam谩 de uno, que para eso est谩.
 
^^ Arriba