Los periodistas "incrustados"
Un cambio que muy pocos denunciaron o destacaron: el de los periodistas "incrustados".
脡se fue el horrible t茅rmino que empleamos para traducir "embedded journalists", es decir, los reporteros que empezaron a las unidades militares estadounidenses y brit谩nicas , primero, y luego en Afganist谩n.
脡sta pr谩ctica empez贸 a solicitud de los propios medios estadounidenses, que buscaban m谩s acceso a los militares que el permitido durante la primera Guerra del Golfo, en 1991.
El Pent谩gono permiti贸 que los reporteros viajaran con las unidades militares, pero, por supuesto, puso condiciones: los periodistas deb铆an firmar un contrato en el que se compromet铆an a no divulgar informaci贸n que revelara la posici贸n de la unidad, misiones futuras o informaci贸n clasificada a la que tuvieran acceso.
驴C贸mo es posible que los medios de comunicaci贸n -entre ellos la propia 成人快手- aceptaran esto?
Una de las lecciones te贸ricas que guard茅 de cubrir el conflicto armado en Colombia durante la d茅cada de los '90, es que los Protocolos Adicionales a los Convenios de Ginebra dejan claro que los reporteros de guerra deben ser considerados como civiles, siempre y cuando se abstengan de hacer algo que afecte ese estatus.
驴No es renunciar a ese estatus acompa帽ar a un contingente militar durante varias semanas y participar en operativos?
Una vez, durante una entrevista, un comandante guerrillero me "invit贸" a cubrir la toma armada de una poblaci贸n. Me negu茅. Igual a como me hubiera negado -estoy seguro de que con el apoyo de mi peri贸dico- a acompa帽ar un operativo en caliente del ej茅rcito.
Y tambi茅n ten铆a claro que, si algo pasaba cuando me encontraba en un campamento guerrillero o paramilitar, o si me trasladaba en un helic贸ptero artillado del ej茅rcito, formaba parte de los riesgos de mi tarea de informar.
Pero eso es muy distinto a voluntariamente acompa帽ar una unidad armada -legal o ilegal- durante varios d铆as. A mi manera de ver, eso compromete profundamente la independencia del reportero.
Periodistas extranjeros tras ser liberados del hotel Rixos, en Tr铆poli.
Y confesaba que le resultaba muy dif铆cil juzgarlos. Porque eso es algo que, inevitablemente, ocurre en una unidad militar: se crea el famoso "esp铆ritu de cuerpo" y es muy dif铆cil escapar a 茅l.
Ahora, vi茅ndolo desde el punto de vista de los que defienden a los periodistas "incrustados", 驴podr谩 haberse hecho un documental como Restrepo (cuyo director, Tim Hetherington muri贸 en Misrata, Libia, este a帽o) sin estar conviviendo con una unidad militar? 驴No es tambi茅n nuestra labor mostrar de una manera m谩s profunda y humana la guerra y sus consecuencias sobre los que participan en ella?
Pero, 驴no deber铆a entonces hacerse lo mismo con el grupo Talib谩n o con los insurgentes en Irak y acompa帽arlos durante varias semanas para entender con m谩s profundidad sus puntos de vista y sus vivencias?
No tengo una respuesta certera, pero 铆ntimamente creo que en marzo de 2003, el periodismo -y no solo de guerra- perdi贸 algo muy valioso.
ComentariosA帽ada su comentario
El trabajo del periodista es contar lo que est谩 sucediendo con la mayor fidelidad e independencia posible, para as铆 no contaminar la historia. Trabajar con una unidad armada te puede ofrecer una mirada general, simplista y un tanto imparcial, pero las verdaderas historias est谩n 鈥渁delante鈥 de las l铆neas de fuego, en el sufrimiento de los ni帽os, de los civiles indefensos, de las injusticias y atrocidades que se cometen d铆a a d铆a. Es ah铆 donde debe estar el periodista.
Hay que recordar que otros periodistas han podido recabar e informar tanto o mas que los "incrustados". Ademas olvidaste mencionar que en el contrato que los periodistas firmaron con el pentagono, el pentagono se abroga el derecho de censurar cualquier informacion y no solo lo que tu mencionas, como la ubicacion de la unidad, etc.
Concuerdo con el autor del articulo, el periodista debe informar ambos lados de la noticia para generar la opinion publica con la mayor claridad y exactitud. No obstante, como seres humanos estos profesinales de alguna manera se involucran con el grupo con el que esten, sea un comando militar o un comando opuesto, por asi llamarlo. Mi opinion es que la solucion va mas lejos de la historia humana de los cuerpos en pugna, y para los periodistas la mision es cumplir un trabajo con la pasion que nos caracteriza. Esta en cada uno de nosotros afrontar las consecuencias y el vivir el resto de nuestras vidas con ellas.
Aqu铆 en Rep煤blica Dominicana se dice que una cosa es con guitarra y otra cosa es con viol铆n. CON GUITARRA: la cobertura de "las primaveras 谩rabes". Cunto profesionalismo. Cuanta profundidad. Cuanta objetividad. Cuantos pueblos h茅roes. CON VIOLIN: la cobertura de las protestas en Inglaterra. Cuanta insensatez. Cuantos v谩ndalos. Cuanto pillaje...
El periodismo hace mucho que perdi贸 su virginidad. La perdi贸 de manos de los intereses corporativos due帽os de los medios, como pasa ahora en Libia.
La opci贸n para quienes eligen la independencia es la muerte, como lo mostr贸 el video del asesinato del periodista espa帽ol en el hotel Bagdad.
Lo otro es la comodidad de ser protegido y hasta recompensado por el vencedor y no ver el petr贸leo brotando entre los cuerpos y la sangre.
Es el regreso del fascismo pero en su versi贸n orwelliana.
Un tema complejo y no creo que existan reglas, en este sentido, de que debe hacer un periodista. Por ejemplo, querer correr un riesgo alto para la vida, es una opci贸n personal y de m谩s est谩 decir que muy pocas personas lo har铆an, decisiones marcada por la prudencia y hasta la locura misma.
Pero hay dos detalles que algunos pasan por alto. Primero, Guerra es guerra, no pretendamos juzgar a los guerreros por los criterios que juzgan las atribulaciones de un carpintero u un gobernador.
Segundo, creo que cualquier ej茅rcito que decida llevar periodistas junto a la tropa demuestra confianza en sus valores, y un valor enorme por los riesgos que corren no solo por proteger la vida de los periodistas, sino por sufrir el riesgo de tergiversaciones...QUE EXISTEN dentro del cualquier grupo humano.
Solo tendremos noticias objetivas cuando otros seres las escriban, y en ese momento debemos dudar de las noticias de otros seres.
El periodismo debe aprovechar todos los recursos para dar una noticia, aunque este sea un trabajo an谩logamente a la arqueolog铆a, en donde un solo pedazo de piedra nos puede dar indicios de verdad sobre una edificaci贸n antigua. El problema es cuando la edificaci贸n se construye de la mera imaginaci贸n y la piedra se somete a un escultor.
El periodista incrustado no deja de ser una figura que potencia la propaganda de un clan. Los grandes terroristas reivindican sus cr铆menes porque, para ellos, esos cr铆menes no tendr铆an valor en el anonimato y qu茅 mejor forma de hacerlo que llevando consigo un portavoz de alg煤n medio de comunicaci贸n. A su vez, el reportero tiende a sufrir el s铆ndrome de Estocolmo y entonces justifica cualquier acci贸n violenta que cometa el clan. Es una l谩stima que esta figura exista, porque el periodista debe ser observador imparcial...
"Al leer editoriales como este, sabiendo que el que los escribe no es tonto, es necesario concluir que el antinorteamericanismo los hace parecer est煤pidos. Criticar al 煤nico ej茅rcito que les permite marchar con las tropas olvidando al resto que se los impide o mata intencionadamente a los reporteros, los deg眉ella, etc (Couzo fue un lamentable accidente en zona de guerra) solo es explicable con el antinorteamericanismo tan bien descrito por el periodista espa帽ol del diario ABC Alvaro Delgado 鈥揋al el 15/3/2003 en Diagnostico del antiamericanismo y en La Obsesi贸n antiamericana de Jean Francois Revel que les recomiendo leer".