Esta semana publicamos .
El aniversario se cumple el 2 de febrero y cada vez que lo menciono la reacci贸n es similar: "驴ya pasaron 10 a帽os? Incre铆ble!", o algo por el estilo.
Es cierto que los 10 a帽os han pasado r谩pido, y tambi茅n es cierto que es dif铆cil imaginar el panorama pol铆tico mundial sin la presencia de Ch谩vez.
Su impacto en America Latina ha sido inmenso y su influencia m谩s duradera y m谩s profunda de lo que se esperaba hace una d茅cada. En cuanto a su pa铆s, el mandatario venezolano ha logrado darle una prominencia a nivel mundial que hasta entonces no hab铆a tenido.
En t茅rminos editoriales, la era Ch谩vez ha sido un reto constante. Todo lo que escribimos sobre 茅l o su gesti贸n de gobierno se lee vorazmente. Venezuela siempre est谩 entre los cinco pa铆ses con mayor n煤mero de usuarios de 成人快手 Mundo, y la Venezuela de Ch谩vez es casi siempre noticia.
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Finalmente, los ojos del mundo pudieron entrar en Gaza con los medios internacionales, por primera vez desde que se inici贸 la ofensiva del ej茅rcito israel铆. Se ha empezado a constatar la verdadera magnitud de la destrucci贸n y del impacto de los bombardeos en la poblaci贸n civil. Pero ya ten铆amos una buena idea de lo que se iba a encontrar.
Durante la guerra, el control del por parte del gobierno israel铆 fue casi total.
Arguy贸, desde el principio, que se imped铆a el ingreso de los corresponsales internacionales a la zona para evitar bajas entre sus filas, ya que se trataba de combates urbanos en zonas densamente pobladas y por lo tanto de alto riesgo para observadores (como lo ha podido constatar la poblaci贸n civil, que ha perdido a por lo menos unas 1300 personas, entre ellas centenares de ni帽os).
Al impedir el ingreso de la prensa extranjera en Gaza, el gobierno israel铆 logr贸 tambi茅n controlar, en gran medida, la agenda noticiosa internacional, desplegando a un mini-ej茅rcito medi谩tico de portavoces multiling眉es sumamente profesionales que se encargaron de plantear su versi贸n de los hechos al p煤blico internacional.
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En unos d铆as m谩s, Barack Obama asume la presidencia de Estados Unidos. Y llega a esa instancia con unos 铆ndices de aprobaci贸n popular alt铆simos y con el apoyo y la simpat铆a de buena parte de la prensa de este pa铆s.
Seg煤n una encuesta reciente, el 82% de los estadounidenses aprueba su manejo de la transici贸n; muy por encima del 65% que obtuvo George W. Bush en 2000 antes de asumir o el 67% de Bill Clinton en 1997.
El mismo sondeo tambi茅n revel贸 que el 56 % de los estadounidenses apoya las propuestas de Obama para reactivar la econom铆a en medio de la peor crisis desde la d茅cada de 1930.
La prensa de Estados Unidos tambi茅n parece compartir la misma fascinaci贸n con Obama. Casi 500 publicaciones, entre peri贸dicos y revistas, le dieron su respaldo antes de las elecciones al candidato del partido Democr谩ta contra solo 215 que apoyaron a su contrincante del partido Republicano, John McCain.
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El a帽o comenz贸 agitado. Gaza acapara los titulares y ser谩 primera plana durante un rato. Pero, 驴cu谩nto es lo que realmente sabemos?
Informar una guerra siempre es complicado, cada parte quiere dar su versi贸n de los hechos y busca limitar al m谩ximo el acceso a la informaci贸n.
Mi amigo y colega, Hernando 脕lvarez, me recordaba aquel dicho que se帽ala que la primera v铆ctima en una guerra es la verdad. Y no es dif铆cil ver por qu茅.
En el caso actual, el ej茅rcito israel铆 ha impuesto restricciones al trabajo de los periodistas desde el inicio de sus operaciones y ambas partes siguen tratando de ganar la intensa guerra de propaganda que se ha desatado en los medios.
Los periodistas quedamos en medio de lo que es un verdadero campo de batalla medi谩tico.
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