De goleadores sublimes
Dos actuaciones de este fin de semana, tal vez tres, merecen el calificativo de "sublime", aunque los pedantes nos recordarán que este adjetivo debería aplicarse únicamente a las hazañas del espíritu, antes que a las del pie.
Pero es difícil resistir la tentación ante Lionel Messi, que acaba de superar en Sevilla, en el Betis 1-2 Barça, el récord de goles en un año natural, que estaba en poder de Gerd Müller (o su pie) desde 1972: ahora es Messi 86 - Müller 85.
Y allí están los cinco goles de Radamel Falcao en Atlético de Madrid 6-0 Deportivo La Coruña, replicando la hazaña de Vavá (Edvaldo Izídio Neto, 1934-2002, campeón mundial 1958 y 1962) en el club colchonero, campaña de 1958.
Y también debemos encontrar un adjetivo, tal vez menos exaltado, para la actuación de Francesco Totti, que a los 36 años (¡!) guió nuevamente al Roma en su victoria ante Fiorentina (4-2), marcando dos goles y creando otro.
También anotamos las actuaciones determinantes de Mesut Özil (dos goles) en el Valladolid 2-3 Real Madrid; Fernando Torres (dos goles) en el Sunderland 1-3 Chelsea; Michu (dos goles) en el Swansea 3-4 Norwich; Wayne Rooney (dos goles) en el Manchester City 2-3 Manchester United; y Robin Van Persie, que anotó el gol de la victoria de United, en el minuto 92, sellando la temporada, creen muchos, ya que los diablos rojos le llevan ahora 6 puntos al City.
Una digresión
Los casos de Özil, Totti, Van Persie y Michu justifican una digresión. Si no quieren demorarse aquí, vayan al subtítulo "Müller era diferente".
El alemán ha sido el jugador más criticado por José Mourinho esta temporada, tanto en público como en privado. Hasta se ha dicho que el técnico lo tenía en una supuesta "lista negra", debido a su rendimiento irregular y su carácter inconstante. Su desempeño ante el Valladolid fue tan bueno que se ha vuelto a hablar de él como un candidato natural para el Balón de Oro.
El italiano, que no es un goleador especializado, ha marcado 221 en la Serie A y está a sólo cuatro de la marca de Gunnar Nordahl, segundo en la tabla histórica, aunque muy lejos del mítico Silvio Piola (274), el Gran Viejo, que jugó 537 partidos de Serie A.
El holandés se ha convertido, a los 29 años, en la llave maestra del Manchester United para abrir defensas: 16 goles en 20 partidos no parecen muchos, pero su aporte fue decisivo para los resultados ante Southampton, Liverpool, CFR Cluj, West Ham, Reading y el domingo el City.
Su eficacia contrasta con el rendimiento más apagado de Rooney: con sus dos goles del domingo sólo lleva seis para su equipo en la Premier League.
Y el asturiano Michu (Miguel Pérez Cuesta) es tal vez el caso más notable de un goleador contratado por poca plata (alrededor de £2millones) y ahora cotizado en £30millones por su entrenador en el Swansea, el danés Michael Laudrup.
Con 12 goles es el actual goleador de la Premier League, por delante de Van Persie, Ba y Suárez. ¿Cuántos de nosotros lo conocíamos la temporada pasada?
Müller era diferente
Pero volvamos al récord de Messi, que por ahora está en 86 goles (todavía le quedan dos partidos de liga y uno de copa. Uno de ellos, el próximo domingo, será para alquilar balcones: el Atlético de Falcao visitará al Barça.
(Messi lleva 23 goles en La Liga esta temporada, siete más que Falcao: ambos estarán doblemente motivados en el Camp Nou.)
Müller fue un goleador muy diferente a sus herederos de hoy.
Vale la pena repasar en YouTube algunas compilaciones de sus goles. Una de las primeras comprobaciones será que el alemán era un cazador furtivo, que se deslizaba entre los defensores como una sombra para tocar la pelota al gol.
Sus goles, la mayoría de ellos, no eran obras de belleza, sino de eficacia, como puñaladas en un callejón oscuro. Esto no significa que fuera incapaz de combinar con sus compañeros del Bayern Munich y Alemania, pero era definitivamente un hombre de área, un predador especializado.
El Picasso del úٲDZ
Messi es un futbolista muy diferente: hasta sus admiradores más fervientes han renunciado a buscarle nuevos calificativos, aunque algunos todavía ensayan aproximaciones. La última que encontramos fue la del Süddeutsche Zeitung, que este lunes lo calificó de "el Picasso del úٲDZ".
La frase más citada, "Messi es Maradona todos los días", del periodista español Santiago Segurola, ya tiene varios años y Segurola se resiste a buscar nuevos encomios: como Pep Guardiola, dice que ya no tiene palabras.
El 10 del Barça, a diferencia de los grandes goleadores históricos, juega, hace jugar y marca. Algunos periodistas españoles lo han comparado en este sentido con otro argentino "sublime", Alfredo Di Stefano, el paladín de la grandeza del Real Madrid en los años 50 y 60.
La comparación parece superficial, apenas válida en el sentido de que ambos jugadores han sido originales, diferentes, difíciles de ubicar en categorías.
Messi no es como ningún otro. Es Messi, simplemente.
Falcao y el 2013
Radamel Falcao, un "9 puro", también se aparta de la sombra de Müller, ya que muchos de sus goles son muy bellos y los marca también de media y larga distancia. También se siente cómodo en el juego de combinación.
Los dos goles de Messi y los cinco de Falcao, del domingo, han creado una situación novedosa en los últimos años: la postergación de Cristiano Ronaldo (13 goles) al tercer puesto entre los goleadores del ámbito español.
El portugués tiene sobradas razones para elevar su rendimiento en 2013.
ComentariosAñada su comentario
Y todavía existen los que critican a Messi... Y lo insultan comparándolo con el luso. Pobre Cristiano sigue demostrando que en las situaciones difíciles desaparece y se irá del Madrid con apenas 3 títulos y sin "la décima".
Mi querido don Lalo: el vocablo sublime no solo es pertinente, mal que les pese a los puristas, como sucede también con la palabra clásico. Creo que no existe un vocablo más preciso y certero para referirse a esa particular forma de la belleza surgida de la conjunción entre el pie de un genio y una pelota. No por casualidad Dios, que para místicos y teólogos es la expresión última de lo sublime, es redondo según la certera conclusión del escritor mexicano Juan Villoro.
Sin duda Messi es algo "fuera de liga" y para ser mas atípico, encima de todo eso, hasta humilde es.
Estimados Lagarto, Gustavo y Jesús,
-A mi CR7 me gusta mucho. Me gusta más Messi, pero creo que subestimar a sus principales rivales menoscaba su propia grandeza, porque si tus rivales son mediocres… entonces tú no eres tan bueno.
-Dios es redondo, me encanta esa idea. Estuve a punto de recordar, cuando puse “sublime”, que el verbo “sublimar”, en física, indica el paso directo del sólido al gaseoso, sin pasar por el líquido. Esa condición excepcional es, me parece, una virtud compartida por Messi.
-La humildad es un atributo de gran valor a ojos del público, particularmente si eres muy pero muy talentoso. Los normalitos y al mismo tiempo humildes no son tan aplaudidos. Pero tienes razón: si eres un publicitario y te dan la cuenta de Messi, no tendrás necesidad de crearle una imagen de humildad: ya viene con el original.
El lado curioso de la nueva marca de Messi es que muchos jóvenes se están enterando de quién era el Torpedo Muller: un delantero rarísimo, poco dotado físicamente para el futbol, -en las antípodas de Cristiano- y sin embargo más rápido y letal en el área. No ha habido un jugador como él, con ese olfato oportuno para cazar los balones, especialmente los rebotes. No fallaba ni con la cabeza a pesar de ser un delantero bajito. Tuvo la mala suerte de ser opacado mediáticamente por otro grande, su compañero en el Bayern y la selección, Franz Beckenbauer. Así que Muller puede estar orgulloso de su hazaña, solo después de 40 años su record ha sido superado, y no por cualquiera.
Yo también me sumo a que Falcao es un jugador infravalorado, este año ha sido superior con creces a Cristiano (ahí están las dos finales en las que ha sido determinante y artífice de que la selección colombiana haya tenido un repunte espectacular en las eliminatorias sudamericanas), y sin embargo no aparece en la terna finalista al Balón de Oro.
Conviene aclarar, estimado José, que Müller no era tan pequeño como se dice ahora: en su plenitud medía 1,76m (ahora debe tener algo menos), apenas un centímetro menos que Radamel Falcao y Paolo Rossi, para mencionar dos chutadores temibles. (Tomo el dato de Wikipedia, también lo he visto en otras fuentes. Yo no lo vi jugar en persona.) Tenía, además, dos piernas como columnas y una musculatura más que discreta. Parecía pequeño porque varios de sus compañeros y rivales en el úٲDZ alemán eran grandotes.