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Los lectores que acompa帽an al Blog de Lalo coinciden en destacar la gravedad de la crisis que aflige al 蹿煤迟产辞濒 argentino, pero algunos se帽alan que el fen贸meno se est谩 extendiendo. Marko nos dice desde M茅xico que "el problema afecta a toda Am茅rica Latina; tiene que ver con la descomposici贸n social que afecta a nuestra regi贸n", y con "impunidad, corrupci贸n y trampa".

El ecuatoriano Jos茅 Mar铆a Le贸n apunta por su parte que "en Ecuador este fen贸meno est谩 empezando a darse en los 煤ltimos 10 a帽os" e introduce la comparaci贸n con el caso de los hooligans en Inglaterra: "Ya es hora de que haya gente que tenga prohibido entrar a un estadio por el resto de su vida" y est茅n obligados "a ver los partidos en la comisar铆a".

La referencia al caso de Inglaterra es comentada tambi茅n por el franc茅s Jean Paul Arnaud ("si la violencia es end茅mica no ser谩 f谩cil de arreglar, pero en Inglaterra tambi茅n fue end茅mica y se arregl贸") y el ingl茅s Andrew Coleman ("aqu铆 fue muy grave pero hemos salido, por el repudio de la gente").

Es llamativa la coincidencia de muchos lectores en se帽alar que la crisis del 蹿煤迟产辞濒 argentino es tambi茅n una crisis de la sociedad, de las autoridades, de los 贸rganos de representaci贸n y control. "No es el 蹿煤迟产辞濒, es toda la sociedad", nos dice Pedro Comparada desde Madrid. Y agrega: "No hay soluci贸n sin resolver el problema general".

Y con 茅l Carlos Sarmiento, de Tucum谩n ("una lacra m谩s general, que se caracteriza por la arrogancia que la impunidad da a los abusadores, y el miedo de la gente indefensa"); y Carlos, de Chubut ("crisis institucional, crisis econ贸mica, crisis educativa, crisis de la justicia").

Es particularmente penetrante otra observaci贸n del tucumano Sarmiento: "aqu铆 los poderosos est谩n comprando su seguridad en el corto plazo con la inseguridad del pueblo en el largo plazo".

Tom谩s Hern谩ndez, de Puerto La Cruz, sostiene sin embargo que la gente del 蹿煤迟产辞濒 "no debe usar como excusa que lo sucedido sea una manifestaci贸n de lo que ocurre en el resto de la sociedad". Advierte que el 蹿煤迟产辞濒 no debe esperar de brazos cruzados una soluci贸n impuesta desde arriba, y propone un "cambio de tim贸n" en la dirigencia deportiva y castigos ejemplares por parte de "los 贸rganos competentes, deportivos o extradeportivos".

Otros creen que los argentinos tienen lo que se merecen. Lo dice directamente Amalia Contreras, de San Salvador ("se dice que cada pa铆s tiene el gobierno que se merece, por qu茅 no decir que cada pa铆s tiene el 蹿煤迟产辞濒 que merece"), e indirectamente Silvia, de Buenos Aires ("es un espejo del sistema pol铆tico y econ贸mico que nos rige desde hace m谩s de 70 a帽os") y Julio, de Comodoro Rivadavia ("el argentino a帽o a a帽o abandona el marco moral" y "ha hecho de la permisividad su primer derecho").

A nuestro juicio, los aportes cruciales en este blog son los de Jos茅 Mar铆a Le贸n y Tom谩s Hern谩ndez. El ecuatoriano introduce el tema de un control moderno de los aficionados, seg煤n el modelo ingl茅s y tambi茅n el holand茅s, y el venezolano la necesidad de un enfoque integrado, y renovado, de los responsables del 蹿煤迟产辞濒 y las autoridades de seguridad.

Esto plantea la posibilidad de un cambio de guardia en la Asociaci贸n del F煤tbol Argentino, AFA.

Entre las lecturas que sugerimos en nuestra entrada al blog, convendr铆a agregar la cobertura de esta semana de la revista argentina Debate, que tiene entrevistas a Julio Grondona, el presidente de la AFA, y uno de sus cr铆ticos, Ra煤l G谩mez, el vicepresidente del Racing Club.

Grondona, hablando de los barrabravas, los violentos de las hinchadas, dice "el barrabrava fue a ofrecerse al pol铆tico. Y despu茅s no pueden sac谩rselos de encima. Y llega un momento en el que agarran un tel茅fono y te tienen loco a vos y a tu familia. Y te dicen: "Cuidate". Entonces vos los busc谩s para poder contrarrestar todo eso. Y despu茅s llega un momento que form谩s un monstruo que no sab茅s como parar. 脡sa es la realidad."

Grondona habla de pol铆ticos, pero la situaci贸n vale tambi茅n para los dirigentes del 蹿煤迟产辞濒. Ellos tambi茅n caen en la misma trampa.

El presidente de la AFA se ha eternizado en su puesto, que ocupa desde hace 27 a帽os. El dice que los clubes lo apoyan en forma democr谩tica, pero G谩mez da otra versi贸n en sus declaraciones a Debate:

"En un primer momento, cuando lo conoc茅s, Grondona te gana, es un seductor: tiene un pasado rico en historias, te hace jugar en primera, te lleva a la FIFA, a los grandes hoteles; ten茅s una necesidad econ贸mica en el club, y te la soluciona; necesit谩s un cambio de 谩rbitro porque te dirigi贸 mal y tu gente no lo quiere, y no quer茅s correr riesgos de violencia, y te ayuda. Por ah铆 le ped铆s que el tribunal de disciplina no te castigue duro por un tema de violencia porque no quer茅s perder la posibilidad de jugar de local, y lo hace. A cambio, s贸lo hay que serle fiel."

Algunos lectores, lamentablemente pocos, son optimistas sobre el futuro. Destacamos la opini贸n de Patricio Gallarini, de Olivos, en Buenos Aires, quien dice que el 蹿煤迟产辞濒 argentino sobrevivir谩 por los intereses creados "en 谩mbitos muy altos" y la lealtad de los hinchas: "gracias a la pasi贸n del pueblo, el 蹿煤迟产辞濒 argentino nunca se va a morir".

Ojal谩, Patricio, ojal谩 tengas raz贸n, pero habr谩 que ver cuanto tiempo tarda en mejorar el pobrecito.

PS. Y para Javier Barrientos, de M茅xico, una aclaraci贸n: creemos que nuestra alusi贸n a Borges es correcta. El hablaba de los diferentes rostros de un finado durante el entierro, no de tres puntos de vista sobre 茅l. Al finado le cambia la cara, ya sea por la putrefacci贸n o por la inconstancia de la memoria del observador.