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Pero Brown, adem谩s de escoc茅s, es pol铆tico, y el personaje mejor situado para suceder a Tony Blair al frente del Partido Laborista y como primer ministro. Es por eso que Brown ha desarrollado recientemente una fervorosa simpat铆a por los intereses del f煤tbol ingl茅s.

Lo interesante es que las autoridades f煤tbol ingl茅s todav铆a no han anunciado su intenci贸n de organizar el mundial. En esto, la urgencia pol铆tica de Brown es m谩s acuciante que los intereses del deporte.

Pero estos entretelones pol铆ticos no son lo importante. Lo que realmente cuenta es si la postulaci贸n de Inglaterra para el mundial de 2018 tiene bases reales, y si ser谩 beneficiosa para el deporte, en t茅rminos globales.

驴No nos hab铆a dicho Sepp Blatter, el presidente de la FIFA, que los mundiales deb铆an distribuirse por rotaci贸n entre los diversos continentes? Es por eso que el a帽o pasado tuvimos un mundial en Europa, en 2010 tendremos el pr贸ximo en 脕frica y en 2014 le tocar谩 a Sudam茅rica.

De seguir por el mismo camino, en 2018 deber铆a tocarle a alg煤n pa铆s asi谩tico o de Ocean铆a, tal vez China o Australia. Y en 2022 a Canad谩, para no olvidar al resto de Am茅rica. O sea que, seg煤n el esquema de rotaci贸n, concebido por Blatter por razones pol铆ticas, a Europa no deber铆a tocarle nuevamente hasta 2026.

Esto no es necesariamente as铆, porque la raz贸n pol铆tica deja de serlo frente a una raz贸n pol铆tica m谩s poderosa, y la UEFA, el f煤tbol europeo, sigue siendo la confederaci贸n m谩s fuerte e influyente en el f煤tbol mundial.

Las presiones pol铆ticas de Asia y 脕frica han sido satisfechas, m谩s o menos, con sendos mundiales, en 2002 y 2010, y los intereses prioritarios europeos pueden atenderse nuevamente, despu茅s de pasar por Sudam茅rica, donde aguarda Brasil, nada menos. Si no se reconoce el peso pol铆tico y deportivo de Brasil no s茅 d贸nde iremos a parar, dir谩 Blatter, perdido en su laberinto.

El peso espec铆fico de Europa es ahora mayor en la FIFA, por la sencilla raz贸n de que Michel Platini, un confidente de Blatter, es el nuevo presidente de la UEFA. Blatter apoy贸 su candidatura en forma abierta y contraria a protocolo, para perjudicar al presidente saliente, Lennart Johanson, un antiguo adversario.

Y es aqu铆 donde los intereses pol铆ticos de todos estos personajes convergen. Brown quiere ganar votos ingleses para consolidar su posici贸n como heredero de Tony Blair. Blatter quiere consolidar a su pupilo Platini, y 茅ste debe aplacar a los ingleses, a quienes les quiere sacar una plaza en el cupo para la Liga de Campeones, tres en vez de cuatro.

Atendiendo todos estos intereses, parece claro que Inglaterra ser谩 sede en 2018. Los otros grandes pa铆ses futbol铆sticos del continente han tenido su mundial recientemente. Espa帽a en 1982, Italia en 1990, Francia en 1998 y Alemania en 2006.

Este guiso ya est谩 cocinado. Inglaterra tendr谩 su mundial en 2018. 驴O deberemos creer que nada est谩 resuelto, que cada pa铆s interesado presentar谩 un proyecto, que ser谩 considerado en sus m茅ritos y que finalmente se tomar谩 la decisi贸n m谩s acertada?

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